martes, 2 de abril de 2013

Hipótesis - 2º Capítulo.




" He de hablar aquí sólo en hipótesis, diciendo no lo que sé, sino lo que supongo más probable."
                                                                              - Doctor Jeckill



- ¡Te dije que te metieras en tus asuntos!.- gruñó el hombre de traje gris. Estaba realmente furioso, Kyle nunca lo había visto tan furioso, había desobedecido una norma y era la más importante. 
 El hombre de traje gris se acercó al gran ventanal y miró a la luna con cierto furor. Kyle, había permanecido rígido de pie delante del despacho de Gris. Gris, suspiró ruidosamente, se dio la vuelta y miró fijamente a Kyle.
- Sé que me pediste que no interfiriera, pero...
Gris se sentó sobre su cómodo sillón de cuero e indagó a Kyle con la mirada, ese chico de verdad era  persistente, Gris se llevó la mano a barbilla y resopló. Kyle, se dió cuenta de que empezaba a aborrecerle y eso no era bueno.
- ...Señor, no tenemos mucho tiempo, las cosas se están saliendo de nuestras manos... quizá ya sea hora de encontrar y entrenarla.- Prosiguió Kyle.
- La he tenido vigilada durante largos años, sé quien entra y sale de su vida, sé que no tenemos la situación controlada, y también sé que ellos van un paso por delante...- Gris se pasó la mano por el pelo, ya cansado de aquella situación. Había pasado dieciocho años esperando el momento de contarle a su hija lo importante que seria en el submundo, en su mundo real, en el mundo al cual pertenecería si él hubiese hecho las cosas bien, pero las cosas estaban bien hechas así. No podía permitir al submundo apoderarse de su pequeña. La necesitaba, necesitaba protegerla de todo aquello que pudiese hacerle daño, por su puesto que ella no estaba preparada. No para aquello no aún.- Esta semana a muerto cuatro de los nuestros, intentan llegar a ella por todos los medios, pero ella aún no está preparada para saber lo que es... 
Kyle bajó la cabeza y escuchó silenciosamente a su jefe. Sabía que toda aquella situación era delicada para él, además era su hija y había estado durante toda su vida vigilándola de lejos, procurando que nada ni nadie se le acercara, pero los momentos críticos los acechaba...
-Necesito un grupo allí mañana, debemos estar preparados y ser precavidos.- Gris, cogió el teléfono y marcó un número.- Los quiero allí mañana Kyle, ¿Me has oído? Mañana.
Kyle asintió, pero permaneció en su sitio.
- Mandaré a alguien a recogerlos, quiero a los más expertos y a los más preparados y que sepan ser discretos. 
- Claro, discreción ante todo.- Gris hizo un gesto con la mano para que Kyle se fuera y así abandonó la habitación.
                        
                                                               ***

-Oh dios mio, oh dios mio.- repitió una y otra vez mirando al reloj, ¿Cómo es posible que no oyera al despertado? Amy saltó de la cama y se dirigió a toda prisa al baño a cepillarse los dientes y arreglarse algo el pelo para salir a toda pastilla al instituto. Se acababa de saltarse la mitad de la primera clase y se sentía verdaderamente fuera de contexto. Amy siempre había seguido las reglas al dedillo, era buena alumna, se consideraba buena hija y aunque no era la mejor hermana del mundo, estaba en ello. Nunca se había saltado ninguna clase en toda su vida, y siempre había llegado a casa a su hora... Oh, aquello estaba muy mal... 
Se vistió a toda velocidad, cogió su abrigo, su bolso y salió a la calle, el instituto estaba exactamente a diez minutos de casa y ella tenía exactamente quince minutos para llegar para el examen de Historia.
¿Dónde estaba su don de parar el tiempo cuándo lo necesitaba? Resopló, de verdad todo estaba fuera de contexto hoy, ella sintió la sensación de estar siendo observada e inmediatamente miró a su alrededor, no vio a nadie, pero eso no la dejaba con la conciencia tranquila. Amy cruzó el aparcamiento   rápidamente, cruzó el pasillo rumbo a su taquilla y depositó allí los libros. Miró el reloj de su muñeca y respiró aliviada, al ver que todavía quedaban dos minutos.

                                                                        ***

Se había pasado toda la noche sentado en el viejo sillón de la sala de estar, había estado dándole vuelta a todo el asunto de los tatuajes y ninguno era coherente con la situación. Quizá Amy fuera una bruja, pero sí así fuera, habría dejado al vampiro hecho cenizas con solo intentar ponerle un dedo encima, por lo que quizá; no fuera eso, además las brujas no llevan tatuajes encima y mucho menos unos que tuviesen vida propia. Darren daba vueltas a una moneda con los dedos cuando, Bella, se acercó y se sentó de cuclillas sobre el sillón continuo al suyo. Era gracioso ver a Bella recién levantada, tenía el pelo revuelto y su cara de sueño le hacia querer reírse.
- ¿Dónde has estado?.- Aún algo dormida, su voz reservaba cierto interés.- ¿Has encontrado algo?
- No. - Pensó si debería o no comentar a los demás lo que había visto, quizá pondrían decir algo más acerca de los tatuajes o quizá solo tendría que preguntárselo a Amy y que ella se explicase antes de decidirse si debería matarla o no.
-Ayer, los chico y yo estuvimos en Exeter...- Darren la miró fijamente.
- Creí haber dicho que no salierais de casa.
La boca de Bella formó una perfecta o, desde luego se había metido en problema, pero era día de la hamburguesa de Lenny, y era un día sagrado para todos y que Darren dijera que nadie podía salir de casa no iba a cambiar eso.
- Era lunes, teníamos ganas de comer la hamburguesa de Lenny, ¿de verdad esperabas qué nos quedásemos en casa?- Darren suspiró ruidosamente por la nariz y cerró los ojos, no estaba de humor para discutir con Bella, y mucho menos sabiendo que eso no iba a cambiar, el hecho de que le desobedeciera.
- ¿Habéis visto a Hall?.- La voz de Shawn inundó la sala. Hall, era el gato de los White, un felino de mucho cuidado, el único que todavía se atrevía a interaccionar con el era Shawn, y aún así, alguna que otra vez, salia con rasguños. Shawn se percató de la presencia de su hermano y lo saludó con un movimiento de cabeza.
- ¿Shawn qué sabes tú de tatuajes?.- soltó Darren sin rodeos.
- ¿Qué tipo de tatuaje?.- Shawn frunció el ceño, se apoyó en la columna de madera y miró fijamente a su hermano.
- Ayer vi  a una chica que tenía tatuajes...
- Eso es normal, hoy en día muchas personas tienen tatuajes.- Le interrumpió Bella.
- Esos eran distintos, tenían vida propia...
- ¿Qué quieres decir con vida propia?.- preguntó Shawn picado por la curiosidad.
- Brillaban...
-¿Brillaban?.- Bella se levantó y lo miró atenta.
- Sí.- Darren miró a Shawn y a Bella quienes lo miraban queriendo más pistas sobre el asunto.- Los tatuajes proyectaban destellos celestiales.
Bella miró a Shawn con una pregunta silenciosa en los ojos.
-Nunca había oído hablar de algo así...- Contestó Shawn encogiéndose de hombros.
Bella se volvió para mirar a Darren quien se había levantado del viejo sillón y había empezado a andar en círculos por el enorme salón.
Eso era obvio, nunca había oído hablar de eso, porque no estaba escrito en ningún libro del que hubiese tenido el honor de leerlo, y tampoco el señor hermsworth  nunca había comentado nada al respecto, quizá si Shawn investigase algo encontrase con su significado... 
- Un momento, ¿has dicho luz celestial?.- dijo Bella rompiendo el silencio.
- Sí.- contestó Darren con ímpetu.
- Solo los ángeles tienen destellos celestiales...
- ¿Qué haría un ángel entre nosotros?.- preguntó Shawn dejando claro que eso no tenía lógica. - Ellos no caminan entre nosotros desde hace mucho...
- No creo que sea un ángel...- Darren se metió las manos en el bolsillo y miró al suelo, era imposible que Amy fuera un ángel, parecía demasiado frágil y para empezar ni siquiera sabía que lo que la había atacado había sido un  maldito vampiro. No tenia sentido que un vampiro fuera a por un ángel, mucho menos teniendo en cuenta que los poderes de tal.- Si fuera un ángel habría dejado hecho papilla aquel  vampiro y no fue así...
- ¿Désde cuando se ha metido un vampiro de por medio?.- soltó Bella volviéndose a sentar en el sillón de cuero desgastado.
- La estaba siguiendo...- Darren resopló y empezó a dar vueltas otra vez, la noche pasada no había querido preguntar a Amy porque la seguían, ya que había pensando que había tenido suficiente por un día, pero ahora que lo pensaba bien, nada en aquella chica resultaba usual. Se había tomado la situación mejor de que, cualquier humano hubiese hecho, y estaba más que seguro que ella tenía una parte muy humana dentro de si. Darren, les contó todo lo ocurrido, desde el momento que había estado vigilando a los aburrido humanos hasta el momento que la dejó delante del porche de su casa. Los chicos se había mantenido callados mientras que Darren contaba todos los hechos, pero por sus cabezas pasaban un montón de hipótesis que podrían ser concretas con los hechos.


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