miércoles, 20 de marzo de 2013

Prólogo.

Shawn y Daren jugaban a las damas mientras que Dave, caminaba de un sitio a otro, inquieto. Sabía que los habían encontrado y necesitaba idear un plan para salir de aquella situación a salvo con sus dos hijos. Había prometido a Margo que los cuidaría y eso era lo que tenía que hacer. Paró un momento y observó a sus dos hijos. Darren, él mayor pondría cuidar de Shawn, cuando él ya no estuviera, a menos que los dioses tuviera otro plan para él. La brújula del tiempo le había dejado claro que no pasaría de aquella noche, y por eso tenía que encontrar un sitio donde sus hijos estuvieran a salvo y lo necesitaba encontrar ya.
- Chicos, subid arriba y haced las maletas.- Dijo Dave con la mayor convicción que le fue posible. Darren levantó la vista y miró a su padre durante una milésima de segundos antes de hacerle caso. Cogió a Shawn de la mano y lo arrastró escaleras arriba, Dave sonrió al oír las protestas de este.
Darren puso la maleta de cuero descastado sobre la cama, se dirigió al armario y empezó a sacar toda la ropa que había ahí. Shawn se sentó sobre su cama y observó a su hermano manejar la situación, cómo siempre, Darren lo tenía todo controlado.
-¿ A dónde vamos?.- Preguntó Shawn con aire inocente.
- No lo sé.- dijo este sin hacerle mucho caso a su hermano menor.
- ¿Tendremos jardín dónde vayamos?
-¿Cómo quieres qué lo sepa?.- Darren, cerró la cremallera de la primera maleta y enseguida se puso con la segunda. Shawn,  salió de la cama y se acercó a la ventana. Nunca había entendido bien, por que siempre se tenían que mudar de casa, y siempre que se lo preguntaba a Darren, solamente le decía que era algo necesario. Y bueno, lo dejaba ahí, además sabía tan bien cuanto cualquiera que los White eran cabezotas y protectores de por sí. ¿Aunque de qué estaban protegiendo a Shawn?
Un trepido movimiento en el piso inferior los sobresaltó a los dos. Darren miró a la puerta y luego miró a su hermano, Shawn le miró con los ojos desorbitados.
- Métete en el armario.- Shawn obedeció a su hermano sin rechistar. Se agazapó en el fondo del armario, Darren le echó una ultima mirada antes de cerrar las puertas.- No salgas, no importa lo que escuches, no salgas.
Shawn asintió asustado y Darren cerró las puertas. Suspiró, cogió su luminux y se interpuso entre el armario donde estaba su hermano y el enemigo que pondría aparecer en cualquier momento. Escucho varias cosas caerse en la planta superior, intentó mantener la calma. Una de las cosas que un cazador nunca puede hacer, es perder la calma. Después de varios gritos en la planta inferior, la puerta de la habitación donde los chicos se encontraban se destrozó, varios fragmentos de la puerta volaron en todas las direcciones, Darren se tapó los ojos instintivamente y al destaparlos, vio aparecer a un demonio en la puerta. El demonio, tenía el aspecto de una marioneta en forma de niño de al menos metro y medio, se tiró a por Darren, este esquivó y le acertó con la luminux en plena garganta, y en cuestión de segundos el demonio ya había desaparecido en forma de humo negro.  Otro volvió a aparecer, se acercó a Darren con precaución, Darren volvió a interponerse entre el armario y su oponente, el demonio, ilustraba una gran sonrisa sangrienta, abrió su boca para poder mostrar la trituradora de dientes afilados que tenía por garganta, Darren tragó saliva. Intentó abalanzarse a su garganta, pero el demonio fue más astuto y con un movimiento de manos lo mandó contra la pared, dejando así el armario desprotegido. La perversa sonrisa del demonio se hizo más ostentosa e hizo ademán de acercarse al armario. Darren quien estaba aprisionado contra la pared, sujetó su luminux con fuerza, hizo una serie de movimientos dificultosos y le lanzó el luminux en la cabeza y, cómo el primer demonio, este desapareció en forma de humo negro. Darren se cayó al suelo, le dolía todo el cuerpo, pero como dice su padre; el dolor solo está en tu mente. Levantó la mano y la luminux volvió automáticamente hacía él. Darren corrió hacía el armario, pero antes de llegar allí otro demonio con forma de araña gigante le impidió el paso, sus intensos ojos negros miraron fijamente a Darren. Darren dio un paso hacía atrás y lanzó el luminux, la araña paró el cuchillo en el aire y lo envió devuelta a su dueño, Darren lo cogió en pleno aire, pero la luminux le desgarró la carne, él hizo una mueca y se abalanzó sobre la araña, pero esta desapareció y este cayó sobre el parquet de la habitación. Una risa más parecida a un rechinar de metal contra metal sonó en toda la habitación, Darren se levantó con destreza y miró hacía todas partes, pero no había nada. El armario empezó a temblar, y los gritos de Shawn inundó la habitación, Darren intentó abrirlo, pero fue algo imposible, los gritos fueron en aumento. Darren utilizó la escasa fuera que le quedaba y dio una patada en las puertas del armario, las cuales se rompieron dejando a la vista unos de los demonios maniquís intentando agarrar a Shawn, quien se defendía como podía. La luminux se le escapó de los dedos de Darren y fueron a parar justo al pecho del demonio quien se evaporó en forma de nube negra. Darren agarró a su hermano y empezó a correr escaleras abajo.  La planta inferior  estaba completamente destrozada, y el cuerpo de Dave yacía por toda la habitación, su cuerpo estaba lleno de cortes y había gran cantidad de azufre por todas partes. Un ruido en la planta superior le recordó a Darren, que seguían en presencia del enemigo, Shawn y él empezaron a correr a toda velocidad hacía el bosque en plena luz del sol. Darren tiraba de Shawn para que fuera más rápido, pero al final se acabó tropezando sobre si mismo y acabaron cayendo los dos. Algo venía detrás de ellos, Shawn lo podía oler a lo lejos, Darren sujetó la mano de Shawn con fuerza. Blandió la luminux con la mano temblorosa y de esta salió un intenso fuego, color azul, por el rabillo del ojo Darren vio la araña que no había podido matar en su habitación, Darren cerró los ojos con fuerza mientras un fuerte hormigueo le recogía todo el cuerpo, una fuerte presión impulso su cuerpo lejos del de Shawn, pero en ni solo segundo le soltó la mano.  La fina luz azul iluminó sus cuerpos y en cuestión de segundo habían abandonado al bosque, Darren pensó en el único sitio donde pondrían acudir y estar a salvo y en un parpadear de ojos, él y su hermano se encontraban en el enorme salón de los White.

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